QUERERTE LIBRE

La única forma aceptable de querer debería ser con la libertad por delante. Quererse sabiendo que la otra persona es libre, pero entre todas las opciones, eligió quererte, eligió luchar por un vosotros, eligió crear un nosotros. Obligar a alguien a que se quede es como cortarle las alas a un pájaro para que no pueda volar. Obligar a que te quieran es renunciar a ti mismo, no dándote lo que de verdad mereces, que es alguien que no te vea como una opción, sino como un sí. Dejar que te quieran, y que, entre tantas opciones, tú seas la única, la de verdad, por lo que quiera luchar. Darle la oportunidad de avanzar, y que cuando todo se acabe no se sienta encadenado a ti, sino libre de elegir.