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115. Dejo la cicatriz abierta por si decides doler
(Mile, Sue S.)
978-84-17096-03-8
Hay tres tipos de personas: las que se van, las que se quedan y las que se van, quedándose», nos dice Súe S. Mile como una declaración de principios que podría ser un resumen de lo que esta joven poeta va desgranando a lo largo del libro: la crónica sentimental de unos personajes que en el momento de la despedida empiezan a ser conscientes de lo que duele el amor cuando termina, dejando recuerdos y preguntas que son ya del lector y no sólo del poeta, que convierte cada herida y cada cicatriz en su mejor herramienta de comunicación.
Autora Sue S. Mile
Encuadernación Rústica con solapas
Páginas 102
ISBN 978-84-17096-03-8
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NO SABEMOS SER CICATRIZ
Somos los primeros en quejarnos
de lo que duele una herida
y lo irónico es que somos los culpables de que duela.
Quizá porque siempre hemos dejado
que nos traten como a una herida
y no como a una cicatriz.
Yo,
llegué incluso a querer en mi vida
a personas que solo eran el bisturí
y no el algodón.
Pasamos más tiempo buscando la aguja que el hilo,
y es por lo que siempre
nos acordamos de cuánto duele habernos quedado sin voz
cuando la herida más sangraba.
Con esto no pido que vuelvas en forma de cicatriz,
pero sí que te cierres,
como se cierran todos los baúles de recuerdos.
Yo te ayudo,
soplaré fuerte la herida
como cuando tú soplaste aquí dentro,
y te daba igual que me escociera.