V. ESPAÑA-MÉXICO

Vencidos, ahora sí, los océanos

en un zarpazo felino de mapa,

ora España, ora México.

Ya era hora de poner carne a las letras.

Caber, ocupar contigo.

Te lo repito, si es que no te lo dije:

conocerse es el delirio,

amarse, el comienzo de todo.

Y tú, y tú, bella,

ofreciéndome la vida

a escasos nueve mil kilómetros.

Perdidos en tierra de nadie

sentí que viajabas a mi lado,

y mi alegría se tornaba señal lumínica,

todo candor a tu espera.

Dutyfree a destiempo y el eterno

azul, por siempre.

Camino infinito de nubes,

y mientras, sonando Caetano.

Bendita distracción multimedia,

caetaneando inacabables

estrofas de bossa nova.

Y yo, proyectándome a tu lado

en otro fondo azul degradado,

viéndonos en tecnicolor, juntos, por fin,

con el más prosaico García Montero en el bolsillo.

¿Y por qué no pensar en ti también esta noche

en la que el milagro sublime acontece?